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Vómitos

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GASTROENTERITIS AGUDA

La gastroenteritis aguda es una infección del tubo digestivo (estómago e intestinos) de comienzo brusco. Cursa generalmente con diarrea, que consiste en aumento del número de deposiciones que, además, son más blandas. Puede asociar otros síntomas como vómitos, fiebre y dolor abdominal. Es una enfermedad muy frecuente en la infancia. En países desarrollados no suele tener consecuencias graves, pero si suele ser causa de ausencias del colegio y hospitalizaciones. Sin embrago, en países empobrecidos es una de las principales causas de mortalidad infantil.

La mayoría están causadas por virus, también pueden estar producidas por bacterias y parásitos.

El tratamiento suele ser sintomático. Se suele curar sola en 1-2 semanas.

Para prevenirla son fundamentales las medidas higiénicas: lavado de manos frecuente (sobre todo tras manipulación de pañales), lavado de fruta y verduras crudas, cocinar bien carne y huevos, etc. La vacuna contra el rotavirus previene de las gastroenteritis causadas por este virus, que son muy frecuentes en la infancia.

 

VÓMITOS

El vómito consiste en la expulsión brusca por la boca del contenido del estómago, más o menos modificado, junto con el jugo gástrico y, a veces, también la bilis. Es un síntoma que aparece con frecuencia en las gastroenteritis, aunque también puede aparecer en otras enfermedades. Suelen deberse a enfermedades banales, pero en algunas ocasiones pueden deberse a enfermedades más graves, por lo que los padres deben estar pendientes de los síntomas asociados a los vómitos.

 

¿Qué puedo hacer en casa si mi hijo vomita?

La mayoría de las ocasiones los vómitos asociados a una gastroenteritis aguda son autolimitados. El principal riesgo es la deshidratación, si hay una continua pérdida de líquidos y no es posible la ingesta. Existe mayor riesgo de deshidratación cuanto menor es el niño.

Lo principal es asegurar un adecuado aporte de líquidos. Es recomendable ofrecer con frecuencia tomas pequeñas. El mejor líquido a utilizar en caso de vómitos y/o diarrea son las soluciones de rehidratación oral, se venden en farmacias y pueden venir en forma líquida o en forma de sobres, de forma que hay que añadirle agua en la cantidad exacta que nos indique (siguiendo muy bien las instrucciones ya que si la cantidad de agua añadida no es la adecuada puede no ser efectivo o causar daño). No se recomiendan las soluciones de preparación casera, ni bebidas azucaradas, ni bebidas para deportistas.

La hidratación será en pequeñas tomas (5mL o dos cucharaditas cada 4 o 5 minutos) de la solución (preferiblemente fría, mejor tolerada). Si en esta fase volviera a vomitar, se suspenderá toda ingesta de 30 a 40 minutos antes de empezar nuevamente a ofrecer líquidos. Se harán de 3 a 4 intentos antes de volver a hacer una nueva consulta médica. Tras una o dos horas de buena tolerancia se le puede permitir beber a voluntad. No intentar alimentación sólida hasta pasadas 3-4 horas.

Una vez el niño tolera los líquidos (se recomienda unas 2 horas), se puede iniciar la alimentación sólida, sin forzar. En caso de bebés pueden seguir tomando lactancia materna o sus biberones de forma habitual (no es necesario diluir la leche). En los niños más mayores no son necesarias dietas especiales, aunque sí alimentos con bajo contenido en azúcares y grasas. Los alimentos mejor tolerados en estos casos son el pollo, el pavo, cereales, frutas (manzana y plátano) y verduras.

No se deben dar a los niños medicamentos para cortar los vómitos, salvo en algunas excepciones y siempre indicados por un profesional médico.

 

¿Cuándo debo consultar con un pediatra?

  • Si el niño es menor de 3 meses y ha vomitado 2-3 tomas.
  • Si el niño vomita mucho a pesar de dar tomas pequeñas, no tolera sólidos, ni líquidos o vomita aunque no tome nada.
  • Si los vómitos son verdosos, contienen sangre o son de color negruzco (posos de café).
  • Si además de los vómitos, el niño presenta mucho dolor de barriga o de cabeza.
  • Si el niño presenta alguno de los siguientes síntomas: está muy adormilado, decaído, tiene mucha sed, tiene ojos hundidos, llora sin lágrima u orina muy poco.
  • Si tiene que tomar alguna medicación importante y no la tolera.
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