La tos aguda no debe tratarse con calmantes de la tos (antitusígenos), mucolíticos, expectorantes, antihistamínicos o descongestivos nasales ya que la tos es una respuesta de defensa del organismo. En niños no está demostrado que estos medicamentos sean eficaces para el tratamiento de la tos y los riesgos superan a los posibles beneficios. Si se usan, siempre debe ser bajo prescripción médica.
Si se eliminara el mecanismo de defensa de la tos, habría más retención de mucosidad y más obstrucción de la vía aérea además de aumentar el riesgo de sufrir otitis y/o neumonía.
Es muy importante que el niño con tos aguda producida por un catarro esté bien hidratado ofreciéndole líquidos con frecuencia. También se recomienda hacer lavados nasales con suero salino fisiológico, elevar el cabecero de la cama durante el sueño y humidificar el ambiente además de evitar la exposición al humo de tabaco.
En niños mayores de un año se puede ofrecer miel en diferentes combinaciones para mitigar los accesos de tos seca.
