Un régimen alimentario cardioprotector debe constar de alimentos variados y ha de tener cuatro metas principales: un régimen alimentario general saludable, un peso corporal saludable, un perfil lipídico recomendable y una presión arterial aconsejable.
La dieta mediterránea comprende muchos de los nutrientes y alimentos comentados: alto consumo de fruta, verduras, legumbres, productos integrales, pescado y ácidos grasos insaturados (sobre todo aceite de oliva); consumo moderado de alcohol (fundamentalmente vino, consumido preferiblemente con la comida) y bajo consumo de carne (roja), productos lácteos y ácidos grasos saturados; una mayor adherencia a la dieta mediterránea se asocia a una reducción del 10% en los eventos o la mortalidad CV.
Se recomienda de forma general comer sin prisa (comer despacio sacia el hambre y al final se ingieren menos alimentos), no realizar comidas copiosas (pueden provocar la aparición de dolor torácico), no picar entre comidas, evitar los lugares de comida rápida por su alto contenido en grasas y calorías (p.ej: comercios en los que sirven hamburguesas, bocadillos, comida con muchas salsas, etc), no tomar regularmente alimentos precocinados ni tampoco fritos, bollería, etc.
Utilizar aceite de oliva tanto para cocinar como en crudo (aliñar ensaladas) pero debido a que constituye una fuente de calorías importante debemos restringir su consumo (no utilizar más de una cucharada para aliñar la ensalada).
Del fogón al corazón: recetas para cuidar un corazón rehabilitado
Saber más
Evite
Alimentos ricos en grasas saturadas como:
- Leche entera y derivados de la misma (tomar desnatados), y de los quesos sólo requesón y mozzarella
- Yemas de huevos.
- Comida frita.
- Dentro de la fruta evitar el coco.
- Dulces y la mantequilla.
- Embutidos.
- Carnes rojas grasas (tomar carne de ave sin la piel)
- Bebidas: eliminar las de alta graduación alcohólica, limitar la cerveza y el vino a una copa al día y evitar las bebidas gaseosas (son una fuente de sal).
