La fibrilación auricular es una enfermedad crónica que en la mayor parte de los casos es bien tolerada y permite llevar una vida relativamente normal.
Tras el diagnostico el médico suele instaurar un tratamiento farmacológico que generalmente se mantiene de por vida salvo que aparezcan incidencias.
Al inicio debe realizarse una analítica general y un ecocardiograma. En función del área sanitaria a la que pertenezca estas exploraciones las solicitará el medico de familia o el cardiólogo.
El seguimiento a largo plazo en la mayoría de los casos lo realiza el médico de familia. En general suele realizarse una analítica y electrocardiograma anual, si bien la frecuencia con la que se deben realizar estas pruebas puede variar en función de las características del paciente.
En caso de que aparezcan síntomas, complicaciones o dudas sobre el tratamiento el cardiólogo siempre estará encantado de poder atenderle. En caso de que necesite ser valorado por Cardiología, su médico de familia le explicará que tipo de consulta es más apropiado en su caso pudiendo ser presencial (convencional) o no presencial (telemático).
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La fibrilación auricular es una enfermedad crónica que en la mayor parte de los casos es bien tolerada y permite llevar una vida relativamente normal.
Tras el diagnostico se deben alcanzar una serie de objetivos:
- Completar una valoración general descartando enfermedades subyacentes que puedan haber precipitado la aparición de fibrilación auricular y tratar otras enfermedades que tengan impacto en la misma (particularmente, la hipertensión arterial, y de forma general, el resto de los factores de riesgo cardiovascular como el tabaquismo, la obesidad, la diabetes, etc.).
- Establecer la necesidad de tratamiento anticoagulante y en caso de ser necesario comprobar la correcta tolerancia al mismo por parte del paciente.
- Iniciar el tratamiento necesario para que el paciente quede con los mínimos síntomas posibles y que éstos no limiten su calidad de vida.
- Educar al paciente en todo lo referente a su enfermedad para que conozca cuáles son los objetivos de control y cómo actuar antes las situaciones más frecuentes que puedan presentarse.
Una vez alcanzando estos objetivos, los pacientes con fibrilación auricular generalmente sólo necesitan tomar su tratamiento crónico y realizar una revisión, al menos anual, que en muchos casos puede hacerse por su médico de familia. Ello unido a los controles rutinarios de anticoagulación en los pacientes que toman acenocumarol (Sintrom®) o warfarina (Aldocumar®). Un caso especial sería los pacientes que no están tomando tratamiento anticoagulante, pues debe vigilarse la aparición de factores de riesgo que establecerían la necesidad de anticoagulación (por ello, estos pacientes deben recordar periódicamente a su médico si deben seguir sin tomar anticoagulación). En caso de reaparición de síntomas o problemas con el tratamiento, debe acudir a su médico de familia que en muchas ocasiones podrá solucionar su problema o derivarlo al especialista adecuado (pues no sólo es el cardiólogo el que se ocupa de esta enfermedad). En caso de episodios de fibrilación con síntomas de gravedad o sangrados importantes deberá acudir a Urgencias (véase: ¿Qué debo hacer si tengo palpitaciones y/o pulso irregular? y ¿Qué debo hacer si tengo un sangrado?)