Si. Esos fármacos son los llamados coadyuvantes . Se emplean aprovechando que su acción sobre determinadas zonas y receptores del sistema nervioso, modulan la percepción y respuesta al dolor. Son útiles en el dolor neuropático y las dosis a las que se usan suelen ser menores a las que se usarían si el efecto buscado fuera el control de crisis epilépticas o tratar una depresión.
Dado que actúan sobre el cerebro, en ocasiones, tienen efectos secundarios como sueño, mareos...de lo que es importante que informe a su médico para intentar evitarlos o minimizarlos.
Necesitan un tiempo para instaurar su efecto , días o semanas, por lo que hay que mantener el tratamiento, siempre que se tolere.