Cada alteración del ritmo del corazón, y teniendo siempre en cuenta el estado general de cada paciente, requiere un tipo de marcapasos específico. La elección del más adecuado a cada paciente será realizada por el médico en función de la enfermedad a tratar, del estado general del paciente y de otras enfermedades que pueda padecer.
La implantación de un marcapasos es una cirugía corta, el procedimiento se hace generalmente con anestesia local y consiste en introducir uno o dos electrodos hasta el corazón a través de una vena y se conectan al generador, que se implanta habitualmente en el tórax, debajo de la piel, justo debajo de una de las clavículas y, a veces, en el abdomen. Un pequeño hematoma en la zona de incisión puede ser normal; desaparecerá solo a las 3-4 semanas.
Si todo va bien, a las 24h puede volver a su casa.
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En el quirófano o sala de la Unidad de arritmias, la enfermera le colocará unos electrodos en el pecho (electrocardiograma tensión, oxigenación, etc.) y le rasurarán y desinfectarán la zona donde se colocará el marcapasos.
Los generadores más sencillos son los llamados unicamerales (trabajan en un solo punto del corazón con un solo cable):
- Ventriculares (trabajan en el ventrículo cardiaco).
- Auriculares (en la aurícula solamente).
- Bicamerales constan de dos cables (uno para cada cámara cardiaca) y se llaman también doble cámara o secuenciales (funcionan tanto en la aurícula como en el ventrículo).