¿Y si se pone enfermo?

En caso de enfermedad:

• El manejo y las modificaciones en la pauta habitual ha de ser supervisado por los padres/familiares, no dejando al niño o adolescente realizar los cambios en solitario.
• Aumentar la frecuencia de realización de controles de glucemia o uso de monitores continuos de glucemia.
• Control de cuerpos cetónicos (hay que tener en cuenta que en caso de escasa ingesta, pueden aparecer cuerpos cetónicos pese a que la glucemia no esté elevada, sobre todo en niños pequeños).
• Reajuste de dosis de insulina según los controles que se vayan obteniendo durante esos días.
• Corregir con dosis extra de insulina rápida si aparece glucemia elevada o cuerpos cetónicos (si la glucemia no está baja).
• En pacientes que están comiendo poco: reducir la insulinoterapia para prevenir la hipoglucemia. Es importante incidir en que incluso si el niño está comiendo poco: la insulina no debe dejar de administrarse (excepto en casos excepcionales: por ejemplo, pacientes en luna de miel que apenas están administrando insulinoterapia).
• Los pacientes que no puedan comer, deben tomar líquidos que contengan azúcar y estén fríos e incluso pueden precisar la administración de glucagón intramuscular en dosis bajas. Si los vómitos persisten y no se puede controlar la hipoglucemia o es imposible la hidratación vía oral: deben acudir a valoración por un médico.