Beber agua es necesario, especialmente cuando existen altas temperaturas.
Con la práctica deportiva, aumenta el sudor, con lo que se elimina agua y sales minerales, componentes esenciales para el adecuado funcionamiento del organismo.
Es importante tener en cuenta la duración del ejercicio físico, ya que si la duración del ejercicio es inferior a una hora, sería suficiente con tomar agua a intervalos regulares.
Si la duración es mayor de 1 hora se recomienda consumir bebidas deportivas con cantidades apropiadas de hidratos de carbono (que no exceden el 8%) y sales minerales.
Es importante no esperar a tener sed, sino hacerlo a intervalos regulares tanto antes como durante la práctica de ejercicio físico.
Para “estar en forma” no es necesario ir al gimnasio.
La vida diaria ofrece un montón de oportunidades para practicar ejercicio físico a lo largo del día, para evitar el sedentarismo.
Podemos aprovechar nuestra vida diaria para hacer más actividad física a lo largo del día: bajar o subir escaleras en lugar de usar el ascensor, caminar en vez de coger el coche, bajarse unas cuantas paradas si se coge el autobús /tranvía, realizar tareas domésticas. Aún así, la práctica regular y prolongada en el tiempo de cualquier ejercicio físico es muy beneficioso.
En general, se recomienda practicar ejercicios aeróbicos (andar, correr, montar en bici, nadar…) a diario al menos 30 minutos. Lo mejor es buscar aquel deporte que se ajuste a las características personales y condiciones físicas. Si practicas un deporte por el que te sientas motivado aumentará la posibilidades de aumentar la frecuencia para practicar el mismo.