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Prevenir las caídas

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A cualquier edad podemos caernos pero según cumplimos años, estas posibilidades aumentan.Además, las personas de edad avanzada son más propensas a sufrir fracturas en las caídas debido a que muchas tienen los huesos porosos y frágiles (osteoporosis). También el miedo a caerse puede ocasionar problemas: las personas de edad avanzada se preocupan por la realización de sus actividades habituales y pierden la confianza en sí mismas y hasta su independencia. Sin embargo, hay medidas para superar los temores y reducir el riesgo de caída. Reconocer las causas de las caídas es una de ellas.

 

 

Causas

Las caídas pueden ser causadas por discapacidades físicas que limitan la movilidad o el equilibrio, riesgos del entorno o situaciones potencialmente peligrosas. La mayoría de las caídas ocurren cuando interaccionan varias causas. Por ejemplo, las personas con enfermedad de Parkinson y problemas de visión (discapacidades físicas) pueden tropezar con un cable eléctrico (riesgo del entorno) cuando se apresuran a contestar al teléfono (situación potencialmente peligrosa).

 

La condición física de una persona se ve afectada por los cambios debidos al envejecimiento, la buena forma física, los trastornos presentes y los fármacos utilizados. Probablemente, el estado físico tiene un efecto más importante sobre el riesgo de caídas que el entorno y las situaciones peligrosas. Las limitaciones en la condición física no solo aumentan el riesgo de caídas, sino que también influyen en cómo responde la persona a los peligros y a las situaciones de riesgo.

 

El uso de medicamentos que alteran la capacidad de atención (por ejemplo, analgésicos opiáceos, ansiolíticos y algunos fármacos antidepresivos) o reducen la tensión arterial (por ejemplo, antihipertensivos, diuréticos y algunos fármacos para el corazón) también puede aumentar el riesgo de caídas.

 

Los riesgos del entorno que aumentan el peligro de caídas comprenden

  • La iluminación inadecuada
  • Las alfombras que no están fijadas
  • Los suelos resbaladizos
  • Los cables eléctricos y alargadores u otros objetos que se encuentran en las zonas de paso
  • Las aceras irregulares y los bordillos rotos
  • La falta de familiaridad con el entorno

 

La mayoría de las caídas suceden en casa. Algunas se producen cuando la persona está quieta y de pie, pero la mayoría se producen cuando la persona se está moviendo: al levantarse o meterse en la cama, una silla o el asiento del inodoro, o bien al caminar, subir o bajar escaleras. Mientras la persona está en movimiento, es posible que tropiece o dé un paso en falso, o puede perder el equilibrio. Cualquier movimiento puede ser peligroso, pero el peligro aumenta si la persona se mueve apresuradamente o está distraída. Por ejemplo, andar de prisa para ir al baño (en especial por la noche cuando no se está completamente despierto o cuando la iluminación no es buena) o para contestar al teléfono, o hablar por un teléfono móvil, hace más peligroso el movimiento.

 

 

Prevención

Las personas mayores pueden tomar varias medidas simples y prácticas para reducir el riesgo de caídas

a. Eliminar los riesgos del entorno:

  • Hacer ejercicio con regularidad: la resistencia o el entrenamiento con pesas pueden ayudar a fortalecer las piernas débiles y así mejorar la estabilidad al caminar. El taichi y los ejercicios de equilibrio, ayudan a mejorar el equilibrio corporal. Los programas de ejercicio deben adaptarse a las necesidades personales. Muchos centros de la tercera edad y otros clubes de salud ofrecen clases de ejercicios en grupo, gratuitas o a precio asequible, adaptadas a la tercera edad.
  • Utilizar calzado apropiado: los mejores calzados son los que tienen suelas firmes y antideslizantes, tacones bajos y cierto apoyo para el tobillo.
  • Incorporarse lentamente después de haber estado sentado o acostado y esperar unos segundos antes de comenzar a moverse: esta precaución puede ayudar a prevenir mareos, ya que da tiempo al organismo a adaptarse al cambio de posición.
  • Aprender una maniobra simple de la cabeza: una maniobra simple de la cabeza, la maniobra de Epley, puede ayudar a algunas personas de edad avanzada que sienten mareos al moverse. Se trata de girar la cabeza con movimientos específicos; los médicos suelen realizar la maniobra la primera vez, pero las personas pueden aprender cómo hacerla ellas mismas si necesitan repetirla.
  • Comprobar los medicamentos que se están tomando: las personas afectadas pueden pedir al médico u otros profesionales de la salud que revisen todos los medicamentos, prescritos o no, que están tomando, con el fin de verificar si alguno de ellos puede incrementar el riesgo de caídas. Si es así, es posible que los médicos reduzcan las dosis o que recomienden dejar de tomar el medicamento.
  • Revisar regularmente la visión: el uso de gafas apropiadas ayuda a prevenir algunas caídas. También puede hacerlo el tratamiento del glaucoma o las cataratas, factores que limitan la capacidad visual.
  • La iluminación puede mejorarse incrementando la cantidad de bombillas o cambiando el tipo de bombillas que se utilizan.
  • Los interruptores de la iluminación pueden situarse de la manera más conveniente para hacerlos fácilmente accesibles. Se puede utilizar detectores de movimiento para encender la luz o luces que se encienden simplemente con tocarlas.
  • Es importante una correcta iluminación de las escaleras (interiores y exteriores) y de las zonas exteriores utilizadas de noche. Las escaleras deben tener bandas antideslizantes y pasamanos fuertes y seguros. Se pueden aplicar tiras adhesivas de colores brillantes para señalar claramente los escalones.
  • Los cables eléctricos o alargadores que se encuentren en el camino de paso pueden retirarse, y aumentar la cantidad de tomas de corriente o bien fijar los cables sobre las puertas o debajo de las placas del suelo.
  • Los elementos que abarrotan el suelo y las escaleras pueden colocarse fuera del paso.
  • Para las personas que necesitan sujetarse a algo cuando se incorporan, pueden instalarse barras de sujeción junto a los inodoros, bañeras u otros lugares. Las barras de sujeción deben instalarse correctamente para que no se desprendan de la pared.
  • También pueden instalarse asientos de inodoro elevados.
  • Debe prescindirse de las alfombras o bien pegarlas o fijarlas; también pueden utilizarse alfombras cuya zona inferior sea antideslizante.
  • En el baño y en la cocina deben utilizarse alfombrillas antideslizantes.
  • Los artículos para el hogar de uso frecuente se pueden guardar en armarios u otros espacios, a una altura entre la cintura y el nivel de los ojos, de tal forma que sean accesibles sin tener que estirarse o doblarse para llegar a ellos.

 

b. Eliminar situaciones potencialmente peligrosas: Aprender a manejar situaciones potencialmente peligrosas de una manera segura puede ser tan importante como eliminar los peligros del entorno. A veces las personas necesitan prestar más atención a los riesgos potenciales y pensar más en las maneras de cumplir con las tareas diarias de forma segura. Por ejemplo, pueden instalar teléfonos inalámbricos en varios sitios del hogar, de manera que no tengan que apresurarse para contestar una llamada.

 

c. Las caídas no siempre se pueden prevenir. Así, las personas propensas a fracturarse la cadera, como las que tienen osteoporosis, deben maximizar la fuerza de sus huesos tomando calcio y vitamina D en cantidades adecuadas, así como medicación adicional, según se les prescriba, para frenar la pérdida de masa ósea. Algunas personas pueden plantearse utilizar un protector de cadera, que consiste en una prenda interior con una almohadilla de espuma plástica que se coloca alrededor de la cadera y cuyo uso regular puede prevenir la fractura de la misma (Consultar con el médico)

 

d. Saber qué hacer en caso de caída permite a las personas mayores tener menos miedo a caer. En caso de que se caigan y no puedan levantarse, es oportuno que se coloquen boca abajo, se arrastren hacia un mueble (u otra estructura que pueda aguantar su peso) y se levanten.

 

e. Además, las personas mayores deben tener los medios para pedir ayuda con facilidad. Las personas que se han caído ya varias veces deben tener un teléfono en un lugar que puedan alcanzar desde el suelo. Otra posibilidad es instalar un sistema de respuesta de emergencia (telealarma) que avisa a alguien para que compruebe lo que pueda estar ocurriendo. La mayor parte de estos dispositivos cuentan con un botón de alarma que se suele llevar colgado del cuello. Al apretar el botón, se pide ayuda.

 

Fuente: Laurence Z. Rubenstein, MD, MPH, ProfessorEmeritus of Geriatric Medicine, University of Oklahoma College of Medicine; ProfessorEmeritus of Medicine/Geriatrics, University of California, Los Angeles

 

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