La figura del abuelo se ha reforzado en los últimos años debido al protagonismo que están adquiriendo en su labor de cuidadores auxiliares y de apoyo en los momentos de crisis económicas y familiares. De hecho, según datos de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación de Europa (SHARE, 2006), uno de cada cuatro abuelos españoles cuida de sus nietos; y dedica una media de siete horas diarias, dos más que la media europea.
Los abuelos ayudan a padres y nietos, y son referentes, fuente de experiencia y sabiduría. La figura del abuelo/a es fundamental para el desarrollo personal de los nietos. Por un lado, los abuelos ejercen de guía y ayuda en la paternidad/maternidad. A menudo, son modelo de rol para los futuros padres: desde las primeras tareas de cuidado del recién nacido hasta las pautas de crianza o el mantenimiento de límites en la adolescencia.
Por otro lado, también es importante para los mismos abuelos. Puesto que ejercer el rol de abuelo es una forma de sentirse socialmente integrados, incrementando el bienestar el sentimiento de utilidad, disminuyendo el sentimiento de soledad sobre todo en momentos de pérdidas. Estudios realizados han encontrado que ese rol que se le otorga al abuelo de memoria familiar y vínculo entre su pasado y su futuro, repercute a su bienestar personal, dándole significado a su trayectoria vital en la etapa de la vejez. Además estos estudios mostraron los beneficios que obtienen los abuelos con el cuidado de los nietos: disfrutar con el rol de abuelo, tener mayor cercanía con los nietos y sentirse contento por ello, hacer feliz al nieto/a al pasar tiempo con él/ella, satisfacción general, que el nieto/a sea la alegría de la casa, tener un mayor sentimiento de actividad y que esto de sentido a la vida en general. Por tanto la relación abuelo-nieto es beneficiosa para las dos partes y también para la generación intermedia: entre abuelos y nietos se crea un vínculo especial de reciprocidad, aportando cada uno aspectos fundamentales y únicos al otro. Todo ello siempre que no suponga una sobrecarga para los abuelos, ya que cuidar a los nietos debe ser una actividad placentera, no una carga o una labor que los supere.
Estas son las recomendaciones que ofrece la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología para los abuelos canguros:
Decálogo del abuelo canguro
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología felicita a los abuelos y abuelas por el importante rol que ejercen y facilita estas recomendaciones para cuando asuman la tarea de cuidar a sus nietos:
- Haz lo que puedas y no te sobrecargues de labores. Cuidar de los nietos debe ser una actividad placentera, nunca una carga o una labor que nos supere.
- Aprende a decir “No”. Ante tareas en las que no te veas capaz, o si tienes otros planes o compromisos, no tengas miedo de decir a tus hijos.
- No descuides tu salud. Conoce dónde están tus límites y no te olvides de tus revisiones médicas.
- Establece una buena comunicación. Ante cualquier problema o si la situación se te va de las manos, háblalo con tu hijo/a. Lo mejor será establecer unas reglas básicas y que siempre haya una comunicación fluida entre ambos.
- Resérvate tu propio espacio y tiempo. Sigue practicando las actividades que tanto te gustan y disfruta de tus ratos de ocio.
- Mantente en buena forma física. Haz ejercicio, sigue una dieta adecuada y estimula tu mente.
- No te sientas culpable si no eres capaz de realizar las tareas como las antes. Debes pensar que ya no tienes ni la agilidad, ni los años que cuando tu tenías hijos y es lógico que las cosas no te salgan igual de bien o incluso que no puedas desempeñar alguna tarea, no te culpes por ello.
- Intenta realizar actividades con tu nieto que se adecuen a ti y que os reconforten a los dos. Debes pensar también en ti a la hora de planificar actividades, por ejemplo, llevar a tu nieto a un parque de atracciones puede ser demasiado inadecuado y estresante para ti, pero en cambio un paseo por el parque o unos juegos de mesa pueden resultar estupendos para pasar una tarde.
- Pon límites. Estar con el abuelo no significa que el nieto “haga lo que le dé la gana”. Establece una serie de normas que tu nieto debe cumplir cuando esté contigo.
- Disfruta de tu nieto y de los momentos compartidos con él. Intenta ver el lado positivo de las cosas y saca partido a las experiencias vividas junto a tu nieto.
Fuente: Sociedad Española de Geriatría y Gerontología