Un diagnóstico de cáncer supone un importante impacto a nivel emocional tanto para los pacientes como para sus familiares. Las reacciones de miedo, incertidumbre, incredulidad, rabia o tristeza forman parte del normal proceso emocional y varían su intensidad a lo largo de la enfermedad
La familia tiene que hacer frente a nuevas necesidades que se van a generar de cuidado, desplazamientos, citas medicas, tratamientos, cambios de rutinas de casa y en roles que cada uno desempeñaba e implicara un reajuste familiar que se caracterizara por el aprendizaje de nuevas habilidades por parte de los miembros de la familia cantidad de decisiones, emociones y cambios en su forma habitual de horarios, de roles, visitas al hospital. En definitiva un importante desgaste físico y emocional.
Como acompañar al paciente. Comunicación interfamiliar
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