Hay diferentes tipos de dolor que pueden desembocar en dolor crónico. Según la historia clínica con la que se desarrolla y se manifiesta ese dolor, los síntomas con los que cursa, los hallazgos en la exploración física y, en ocasiones, con los resultados de pruebas complementarias , se llega al diagnóstico del cuadro doloroso.
Su médico le hará preguntas como: ¿Qué le duele?, ¿cómo le duele?, ¿cuándo se presenta el dolor?, ¿con qué frecuencia le duele?, ¿se calma o es permanente?, ¿está localizado o es difuso?, ¿lo relaciona con alguna actividad física o movimiento?, ¿el dolor es siempre igual o parece cambiar?, ¿se acompaña otros síntomas cuando te duele (naúseas, mareos…)?, ¿qué cosas ha dejado de hacer por el dolor?, ¿qué tal descansa por la noche? ¿el dolor le impide dormir?
Síntomas propios del dolor neuropático (y cuyos nombres se pueden ver en los informes donde se describe el cuadro doloroso):
- Alodinia : dolor causado por un estímulo que normalmente no es doloroso.
- Hiperalgesia: respuesta dolorosa aumentada a un estímulo doloroso.
- Hipoalgesia: sensibilidad disminuida a estímulo normalmente doloroso.
- Hiperestesia: sensibilidad aumentada.
- Hipoestesia: sensibilidad disminuida.
- Disestesia: sensación desagradable y espontánea.
- Parestesia: sensación anormal espontánea y no desagradable.
- Anestesia dolorosa: dolor en zona sin otra sensibilidad.
- Hiperpatía: hiperalgesia, hiperestesia, disestesia, umbral doloroso aumentado por estímulo repetitivo.
- Neuralgia: dolor en área inervada por uno o más nervios.
- Radiculalgia: dolor a lo largo de la distribución de una o más raíces sensitivas.
- Punto "trigger": área hipersensible, situada en músculo, tendones…
También es importante llevar a la consulta todas las pruebas e informes médicos que le hayan realizado últimamente y que estén relacionados con el dolor: radiografías, análisis, TACs, etc… aunque es importante saber que el diagnóstico de un determinado cuadro de dolor crónico, no siempre se relaciona con un resultado “positivo” o “negativo” en una prueba, lo cual no debe ser causa de confusión, miedo o desánimo.
En función del tipo de dolor, tendrá unas opciones terapéuticas u otras.
