La zona lumbar o parte baja de la espalda es donde más se manifiestan los dolores de espalda, ya que sostienen la mayoría del peso de la parte superior del cuerpo. Los espacios entre las vértebras están ocupados por “almohadillas”, que son los discos intervertebrales. Los discos son como amortiguadores a lo largo de la
columna vertebral. Además existen otros componentes que le dan estabilidad a la columna:ligamentos, tendones y músculos. Las raíces nerviosas se originan en la médula espinal y salen a través de orificios que quedan entre los huesos de la columna y forman nervios cuya misión es controlar los movimientos del cuerpo y
transmitir las señales del cuerpo al cerebro.
Hay factores que aumentan el riesgo de padecer dolor lumbar , como la edad, mala condición física, sedentarismo, fumar, aumento de peso, embarazo, realizar un trabajo que implique empujar o levantar pesos (peor si implica giros de la columna) o permanecer demasiado tiempo sentado.
Suele ser un dolor de tipo mecánico (por afectación de hueso, ligamentos, músculos o tendones). Este dolor se relaciona con el inicio de la actividad física, con el cansancio, con la realización de determinados esfuerzos, etc. Se pueden sumar síntomas neuropáticos cuando se afecta algún nervio de los que salen desde la
médula hacia el cuerpo entre los componentes de la columna. En este caso la sensación será de hormigueo, entumecimiento, sensación de calambre, etc, que va más allá de la zona lumbar, llegando incluso hasta los dedos de los pies, de un lado o de los dos.
Hay muchas causas posibles: distensión muscular, degeneración de un disco intervertebral, espondilolistesis (desplazamiento de una vértebra sobre otra, perdiendo su adecuada alineación), escoliosis, estenosis de canal (disminución del espacio en el que está la médula espinal o sus terminaciones) compresión de una
raíz nerviosa o de un nervio una vez ha salido del canal vertebral, como ocurre en la ciatalgia, osteoporosis, artritis, fibromialgia.
El término ciática describe los síntomas de dolor de pierna (y posiblemente de hormigueo, adormecimiento o debilidad) que empiezan en la parte inferior de la espalda y pasan por los glúteos y por la mayor parte de la parte posterior de la pierna. Son debidos al daño sobre el nervio ciático causados por hernias discales,
estenosis de canal, compresión muscular (Sd. piramidal).
El tratamiento se lleva a cabo con fármacos, fisioterapia, modificación de hábitos de vida y de salud, ejercicios dirigidos a fortalecimiento, infiltraciones, etc. Algunos casos pueden precisar cirugía, lo que decidirá el especialista correspondiente.
Los diferentes cuadros tendrán parte del tratamiento común y otras diferentes, así como los resultados, dependiendo de cada paciente concreto tendrá unos resultados u otros dentro de un abanico de posibilidades.
HÁBITOS POSTURALES RECOMENDABLES
Durmiendo

Trabajando

Levantar y transportar peso
Para transportar cualquier objeto pesado como bolsas, mochilas..., se debe evitar cargarlo en un solo lado del cuerpo, siemrpe se debe transportar equilibrando el peso en los lados del cuerpo, para evitar la curvatura de la espalda.
El dolor cervical o dolor de cuello afecta a más del 15% de la población, sobre todo a mujeres.
Una causa muy común del dolor cervical es la tensión o distensión muscular debida a las actividades diarias (actividades profesionales, deporte, tareas del hogar, etc). Otras causas similares a las que provocan dolor lumbar pueden causar dolor cervical.
Determinados ejercicios y recomendaciones pueden mejorar el dolor cervical.
EJERCICIOS
Fortalecimiento: para fortalecer la musculatura del cuello y hombros

Estiramiento: para mantener la musculatura del cuello y hombros

La artrosis es una enfermedad de las articulaciones que afecta inicialmente al cartílago. El cartílago es un tejido que cubre los extremos de los huesos en una articulación, permite que los huesos se deslicen suavemente el uno contra el otro y amortigua los golpes que se producen con el movimiento. Con la artrosis, el cartílago se desgasta y llega a romperse. Como consecuencia, los huesos que antes estaban cubiertos por el cartílago empiezan a rozarse. La fricción causa dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación. Con el tiempo, la articulación puede perder su aspecto normal, además, puede crecer hueso anómalo alrededor de la articulación. Algunos pedazos de hueso o de cartílago pueden desprenderse y quedar atrapados dentro del espacio que existe en la articulación, lo que causa más dolor y daño.
Hay factores que aumentan las probabilidades de padecer artrosis, como son: El sobrepeso, el envejecimiento, las lesiones articulares, las malformaciones de las articulaciones, defectos del cartílago y el desgaste como consecuencia de ciertos trabajos o deportes.
Las articulaciones que más se afectan son las de las manos, las rodillas, las caderas y la columna. Al menos al inicio, afecta a articulaciones aisladas, aunque con el paso de los años pueden verse varias afectadas.
Los principales síntomas son: rigidez en una articulación al levantarse de la cama o después de estar sentado por mucho tiempo (de unos 30 minutos de duración o menos), enrojecimiento e hinchazón, que suelen ser leves, salvo en agudizaciones, y sensación de roce o crujido.
El tratamiento de la artrosis tendrá como finalidad controlar el dolor y mejorar la función de la articulación. Para ello puede incluir: Ejercicio, control de peso , fármacos, infiltraciones y, llegado el caso, cirugía.
Ejercicios para pacientes con artrosis:

La fibromialgia es un síndrome que se caracteriza por la combinación de unos síntomas (trastornos del sueño, dolor generalizado, fatiga y rigidez matutina) y un signo básico: dolor intenso a la palpación de determinados puntos anatómicos.
La frecuencia varía y se sitúa entre el 2-4% de la población general. Predomina en el sexo femenino, ya que se dan en mujeres entre el 80-90% de los casos. Suele aparecer entre los 30 y 50 años de edad.
Es el síntoma más importante de la enfermedad es el dolor , intenso y diseminado ("me duele todo el cuerpo"), y afecta al raquis y a los cuatro miembros, siendo las localizaciones principales: región lumbar, cuello, hombros, rodillas y pared torácica. Suele empeorar con el frío y climas desfavorables, con el estrés y la
actividad física. Mejora con el calor local, el reposo, masajes y ejercicios de estiramiento. Otros síntomas relacionados con el aparato locomotor son: rigidez de duración prolongada (90 minutos o más), sobre todo por la mañana, tumefacción, parestesias.
Además los pacientes pueden presentar fatiga , predominantemente matutina, incluso con ejercicios o trabajos sencillos. Es frecuente "estar siempre cansado"; trastornos del sueño , como dificultades para conciliar un sueño ligero y no reparador. Son muy comunes la ansiedad , depresión y estrés psicológico. Además, se asocia con frecuencia fibromialgia con otros problemas como colon irritable, cefaleas tensionales, dismenorreas primarias y vejiga irritable.

En la exploración física lo más destacado es la existencia de “puntos gatillo” con una localización determinada y que son lugares excesivamente dolorosos a la presión.
Una característica de esta enfermedad es la ausencia de pruebas objetivas, a pesar del gran número de síntomas.
El tratamiento debe enfocarse en los diferentes aspectos de la enfermedad, incluyendo: explicación de la naturaleza de la enfermedad, de la que se desconoce en gran medida la causa y los mecanismos, valoración y tratamiento de las alteraciones psicológicas asociadas, cambios en la conducta, evitar la sobrecarga
mecánica, evitar el sobrepeso, acondicionamiento físico, fisioterapia y tratamiento farmacológico.
El ejercicio físico es analgésico por sí mismo y mejora el sueño, pero debe iniciarse de forma paulatina para evitar sobrecarga.
Las expectativas, a día de hoy, han de ser de mejoría, sólo en un 20% se consigue remisión completa y las recidivas son frecuentes.
La neuropatía diabética es un tipo de daño en los nervios que se produce en personas con Diabetes Mellitus y que no están controladas adecuadamente, manteniendo un nivel alto de azúcar en sangre, lo que puede dañar los nervios en todo el cuerpo. Según los nervios afectados, los síntomas de la neuropatía diabética pueden abarcar desde dolor y entumecimiento de las piernas y los pies hasta problemas en el sistema digestivo, el tracto urinario, los vasos sanguíneos y el corazón. La neuropatía diabética puede ser bastante dolorosa e incapacitante. Suele aparecer de forma lenta y progresiva.
En cuanto al dolor que acompaña a la neuropatía diabética afecta en primer lugar a los pies y las piernas, seguidos de las manos y los brazos. Se presenta como entumecimiento y alteración para percibir sensación de “dolor normal” y cambios de temperatura ; hormigueo o ardor ; calambres agudos; alodinia (dolor incluso con el roce del agua o las sábanas).
Se puede acompañar de problemas serios en los pies, como úlceras, infecciones, y dolor en los huesos y las articulaciones.
La mejor forma de prevenirla es el adecuado control del azúcar en sangre. El tratamiento es habitualmente con fármacos.
Se trata de un cuadro doloroso secuela de la infección por el virus herpes varicela zóster. Esta infección afecta a la piel, con una erupción cutánea y a las terminaciones nerviosas que recogen la sensibilidad de la piel, lo que causa un dolor urente, quemante, lancinante (neuropático) que, en ocasiones, se extiende en el tiempo mucho después de que haya curado la lesión cutánea del herpes.
Los síntomas son: Dolor que dura tres meses o más después de que se haya curado la erupción cutánea del herpes zóster, con alodinia (dolor con estímulos que no son dolorosos, como el roce de la ropa), hiperalgesia (excesiva respuesta a un estímulo doloroso), picor y entumecimiento.

Existen factores que aumentan el riesgo de padecer Neuralgia postherpética: ser mayor de 50 años, la gravedad del herpes zóster (erupción y dolor intensos), una enfermedad crónica anterior, como la diabetes, la ubicación del herpes en la cara o el torso e iniciar el tratamiento antiviral a más de 3 días de aparición de la erupción.
El tratamiento tiene como objetivo minimizar los síntomas, ya que con frecuencia se cronifica. Para ello se pauta tratamiento con fármacos, tanto por vía oral como tópica. En algunos casos pueden llevarse a cabo infiltraciones de los nervios afectados si es posible.
El síndrome de dolor regional complejo ( SDRC ) es una forma de dolor crónico que afecta, por lo general, a una extremidad. Es consecuencia de una lesiónnerviosa, claramente identificada o no, y suele manifestarse después de una lesión, de una cirugía o de un accidente cerebrovascular.

Además de dolor de tipo neuropático (ardiente, pulsátil) que suele ser desproporcionado a la lesión inicial, se acompaña de otros signos y síntomas por alteración del control de la temperatura y la circulación de la zona: Sensibilidad al tacto o al frío, inflamación de la zona, cambios en la temperatura de la piel (entre sudorosa y fría), cambios en el color de la piel , desde blanca a roja o azulada, cambios en la textura de la piel , delgada o brillosa en la zona afectada, rigidez, inflamación y daño articulares, espasmos, temblores, debilidad y atrofia muscular.
Al diagnóstico se llega por la historia clínica y la exploración, sin que haya una prueba que dé el diagnóstico concreto y seguro. No obstante, determinadas exploraciones complementarias pueden orientar (Gammagrafía ósea, Resonancia magnética) mostrando alteraciones óseas que será derivadas de la afectación
nerviosa.
El tratamiento será adaptado a cada caso y combinará diferentes opciones, siendo lo más importante un inicio temprano. Ante una fractura o inmobilización por otra causa, es importante la movilización precoz y la fisioterapia. Se pueden usar fármacos analgésicos por vía oral o tópica, antidepresivos y anticonvulsivantes, que son eficaces en el dolor neuropático, vitamina C, infiltraciones nerviosas, fármacos para combatir la pérdida de masa ósea, estimulación medular, etc.
Se llama así al dolor relacionado con el cáncer y está muy presente en los pacientes con esta enfermedad. Es importante conseguir un adecuado control del mismo. Habitualmente este tipo de dolor lo tratan los especialistas en Oncología, de la mano en ocasiones con especialistas de las Unidades de Dolor.
El tratamiento del dolor en estos pacientes debe ser uno de los pilares básicos y más importantes del tratamiento de soporte , ya que está demostrado que la mejora del dolor mejora la calidad de vida, más aún en los pacientes con cáncer, produciendo un aumento en la supervivencia.
Este dolor puede estar causado por el propio cáncer, por los tratamientos que éste precisa, puede presentarse con diferente intensidad y de diferentes características, óseo, visceral, neuropático, mixto. Puede ser contínuo y presentar crisis de aumento brusco, dolor irruptivo.
A la hora de abordar el dolor oncológico, según la guía elaborada por Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), la Sociedad Española del Dolor (SED) y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) debe valorarse y medirse el dolor sistemáticamente como parte de la enfermedad del paciente, capacitar al enfermo y a sus familiares para el control de esta situación y coordinarse entre los distintos especialistas/pruebas/etc que precise.
Para profundizar más puedes mirar estos enlaces: