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¿Y si vuelvo a fumar?

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Muchas personas que logran dejar el tabaco lo intentan más de una vez. Recuerda que, aunque lleves un tiempo sin fumar, te encontrarás con situaciones (bodas, cumpleaños, reuniones con amigos…) en las que antes fumabas. Es normal que en esos momentos te acuerdes del cigarrillo. ¡Anticiparte a estas situaciones te ayudará a superar las ganas de fumar! Y cuidado con los típicos mitos de los exfumadores: “Esto lo he superado”, “Por uno no pasa nada”, “Sólo fumaré en situaciones especiales”.

 

Debes estar preparado.

 

ESTO ES LO QUE PUEDES HACER:

 

  • Evita las situaciones de riesgo, especialmente durante las primeras semanas tras el abandono. Una situación de riesgo es aquella que está muy asociada al consumo de tabaco y en la que tu autocontrol puede disminuir y dar paso a cierta impulsividad por fumar.

  • Imagínate en esas situaciones de riesgo. Muchas veces no las podrás evitar, por eso es importante que te prepares de antemano. Cada uno debe identificar qué situaciones pueden inducirle a fumar. Las más frecuentes son: • Situaciones estresantes de carácter negativo (muerte de un ser querido, enfermedad grave, divorcio, presiones y dificultades en el trabajo, etc.) • Acontecimientos sociales importantes (fiestas, bodas, etc.) • Situaciones de tensión o nerviosismo como una discusión con un familiar o con la pareja. • Aburrimiento. • Ver la televisión, leer, la sobremesa, conducir, etc. • Ofrecimientos de tabaco. Intenta imaginarte estas situaciones. Piensa en cuál sería tu reacción e imagina qué podrías hacer para no fumar; puedes ayudarte con tu lista de alternativas. Realiza este ejercicio para cada situación. Así consigues que, si alguna de estas situaciones se produce, no te pille por sorpresa y puedas reaccionar mejor ante ella.

  • Identifica los síntomas o señales de alerta de una recaída. Muchas veces, antes de vuelvas al consumo, se producen determinados síntomas. Si eres capaz de identificarlos, podrás prevenirla. Estos son algunos:

  • Aparición de pensamientos repetitivos con respecto al consumo. Pueden aparecer en forma de ideas relativas al uso del tabaco, sueños o deseo de volver a fumar, etc.

  • Actitud de desafío con respecto al plan de recuperación. Se manifiestan críticas hacia el tratamiento, terapeuta o institución asistencial.

  • Sentimientos de frustración e impaciencia porque el deseo y la necesidad de fumar no desaparece tan rápido como quisieras.

  • Irritabilidad sin causa aparente, principalmente dirigida a las personas que han ayudado y animado durante el proceso de abandono.

  • Obsesión con la imagen o consecuencias derivadas del tratamiento. Dietas excesivas, preocupación acerca del peso, etc.

  • Sentimientos de depresión y ansiedad flotantes. Estados emocionales negativos que no necesariamente se relacionan con una situación externa.

  • Discusiones frecuentes en el hogar y familia.

  • Insomnio, intranquilidad y dificultad para descansar.

 

¿Has vuelto a fumar?

 

  • No te desanimes, ni te sientas culpable.

  • Si después de un tiempo vuelves a fumar uno o varios cigarrillos, ¡NO TE DESANIMES!... y valora…

  • La situación de la recaída, el motivo que te llevó a ello… “el dejar de fumar”, es un aprendizaje, ¡NO ES LO MISMO TROPEZAR QUE CAER! La caída es un acontecimiento puntual. Es fumar un cigarrillo en una ocasión determinada después de un tiempo sin fumar. La recaída es volver a consumir cigarrillos de una forma habitual. Es necesario diferenciar claramente estos conceptos, ya que una caída no implica una recaída, siempre y cuando se vuelva rápidamente a la abstinencia. Si esto te ocurre, puedes aprovechar el suceso para ver dónde estuvo el error y buscar una estrategia alternativa al tabaco por si la situación vuelve a repetirse. Aún estás a tiempo de evitar la recaída.

  • De los errores se aprende; decide qué tienes que hacer para evitar otro fallo en el futuro.

  • Revisa las razones que te motivaron para tomar la decisión de dejar de fumar y valora aquellos beneficios que has conseguido. Las dificultades irán disminuyendo con el tiempo y la práctica.

  • Seguro que las razones que motivaron tu intento siguen siendo válidas.

 

¿Por qué has vuelto a fumar?

 

  • Tal vez, por alguna de estas causas...

 

 

  • Estaba engordando.

 

  • El problema principal es el tabaco.

  • El aumento de peso lo podrás corregir más tarde.

  • No abuses con la comida y procura hacer ejercicio.

 

  • Me sentía mal, sin ganas, triste... (con sequedad de boca, tos, irritación de garganta, etc.)

 

  • Son consecuencia de estar pasando el "mono".

  • Todo esto suele desaparecer.

  • Puedes utilizar pequeños trucos para pasar esos malos momentos (respirar pausadamente, cambiar de actividad, etc.).

 

  • Estaba con personas amigas y...

 

  • Tenlo en cuenta otra vez.

  • Trata de reducir o eliminar el consumo de alcohol mientras intentas dejar el tabaco.

 

  • En casa fuman otras personas.

 

  • Pídeles que te ayuden y que no fumen en tu presencia.
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