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Heridas, quemaduras, traumatismos, ahogamiento...

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Heridas

 

Traumatismos Quemaduras

 

Electrocuciones

 

Ahogamiento por inmersión Ingestión de cuerpo extraño

 

Heridas

Tipos de heridas:

  • Heridas que no sangran:

    • No es conveniente usar alcohol, especialmente el de 96º, que va a lesionar los tejidos y retardará la cicatrización.
    • Tampoco debemos usar algodón, que puede dejar restos en el interior de la herida.
    • Sí que se puede usar agua oxigenada, que puede actuar como agente limpiador (burbujeo) pero no es un buen antiséptico (para prevenir la infección).
    • Lo mejor que podemos hacer es lavar bajo el chorro de agua, si es necesario eliminando restos incrustados superficiales con agua y jabón suave, mejor líquido (incluso usando un cepillo suave). Si la herida no va a necesitar atención médica, se puede aplicar un antiséptico tipo Betadine.
    • Las erosiones, rasguños y cortes superficiales no es necesario taparlas, salvo si están en zonas donde puedan sufrir roces o golpes y reabrirse.

 

  • Heridas que sangran: 

Para las heridas que sangran realizar una compresión con gasa o paño limpio durante 10-15 minutos.

¿Cuándo debemos buscar atención sanitaria?

  • Deben ser valoradas las heridas, aunque parezcan superficiales, mayores de 4 cm salvo que tengamos claro que es un simple arañazo o erosión.
  • Las punciones profundas, que pueden estar sangrando internamente.
  • Las heridas incisas (cortes) que tengan los bordes separados, y los colgajos (heridas en V) que no dejan de sangrar.
  • Si las heridas tienen algún objeto incrustado profundamente no hay que intentar sacarlo ya que puede estar impidiendo una hemorragia.

 

  • Heridas que sangran sin parar:

    La situación de mayor urgencia es la herida que sangra a chorro de forma pulsátil (herida arterial). Hay que comprimirlas inmediatamente, a mano desnuda si es preciso. En otro caso usando un puñado de gasas o incluso cualquier paño limpio.

    En cualquier caso hay que ejercer una presión firme, con ambas manos si llega a ser necesario, sin retirar durante 10 min.

    Si con ello no se contiene, y la herida está en un miembro, se puede intentar aplicar presión sobre la arteria principal (cara interna del brazo o en la ingle) durante 15 minutos.

    Actualmente se desaconseja la aplicación de torniquetes que además no son tan fáciles de realizar.

    Aplicar vendaje comprimiendo pero sin llegar cortar la circulación y si la sangre traspasa, colocar otro encima, sin retirar el anterior.

 

Traumatismos

Tipos:

  • Hematomas:
    • Si es muy reciente aplicar lo antes posible una bolsa fría o hielo cubierto con un paño.
    • Mantenerlo un tiempo prolongado de 30 minutos o más ejerciendo una presión suave.
    • Resistamos la tentación de inspeccionarlo de vez en cuando para comprobar la evolución del hematoma.
    • Si existe un intenso dolor a la presión muy localizado en miembros, hay que sospechar que pueda existir fractura.
    • Pasado el tiempo indicado vigilar su evolución. Si sigue aumentando de tamaño se debe buscar asistencia médica.
  • Traumatismo craneoencefálico:  En general, los golpes en la cabeza que tienen más trascendencia por la posibilidad de que produzcan lesiones en el cerebro, son los producidos al golpear el suelo en una caída, más grave cuando se produce a mayor altura.

    Las que tienen mayor riesgo de producir lesiones cerebrales son:

    • Las caídas desde una altura mayor de 80-100 cm, desde los brazos de un adulto o por un tramo completo de escalera.
    • Las de los niños menores de 6 meses que golpeen directamente con la cabeza, desde cualquier altura.
    • Las caídas descontroladas, sin intento de poner las mano ya sea por pérdida de conciencia o una caída hacia atrás.
    • Las provocadas por el volteo de: bicicleta, andador, trona alta. En este caso hay que prestar atención también a una posible lesión cervical.

Deben considerarse también de alto riesgo las lesiones producidas por el impacto de objetos duros o pesados a gran velocidad, así como los impactos directos en la cabeza de objetos muy pesados.

Se debe consultar si:

  • Se trata de un traumatismo de alto riesgo, como los indicados más arriba.
  • Se produce pérdida de conocimiento, inmediatamente o con posterioridad,  cualquiera que sea su duración.
  • Si el niño presenta amnesia del episodio (no recuerda lo que ocurrió) inmediatamente al mismo.
  • Y también si, con posterioridad al traumatismo, aparece cualquiera de los siguientes signos de alarma:
    1. El niño tiene dificultad para mantenerse despierto a una hora en que lo habitual es que lo esté. En este sentido conviene detenerse en dos matizaciones: la mayoría de los niños, después de haber llorado intensamente, tienden a tener sueño al tranquilizarse, y esto es normal. Igualmente, la idea tan extendida de que después de un golpe en la cabeza los niños no deben dormirse, no tiene ninguna justificación. Tanto en un caso como en otro, es adecuado dejarles dormir, teniendo la precaución de intentar despertarles de vez en cuando y comprobar que se consigue con la facilidad (o dificultad) habitual.
    2. Comportamiento anormal: irritabilidad injustificada, dificultad para hacer cosas (andar, subir escalones, coger objetos, etc.) que ya tenía dominadas. También si realiza movimientos anormales: Al igual que con el sueño, tener en cuenta que es normal que un niño que se ha dado un golpe o ha sufrido una caída llore un buen rato.
    3. Vómitos repetidos: Es frecuente, y normal, que en el curso de un llanto intenso o poco después los niños vomiten alguna vez.
    4. Dolor de cabeza intenso, especialmente si lo despierta.

    Estos signos de alarma tienen tanto más valor si se presentan después de un intervalo en el que el niño ha estado normal.

 

  • Traumatismo de miembros: Ante un traumatismo que afecte brazos o piernas, lo importante es descartar la existencia de fractura (hueso roto) o luxación (hueso salido de su sitio).

    Se debe pensar en ello si:

    • Hay una deformación clara (abultamiento, hueco o anulación) en comparación con el otro lado.
    • Hay un dolor intenso a la movilización o al contacto sin apretar.
    • Hay incapacidad para mover la extremidad.

    En ese caso se debe buscar asistencia médica, pero antes hay que evitar agravar la lesión. A menudo es posible obtener dicha asistencia in situ en un tiempo razonable llamando al 112, pero si ese no fuera el caso, antes de trasladarle hay que inmovilizar la extremidad, siguiendo estas pautas

    1. Moviendo la extremidad afectada lo menos posible o nada.
    2. Usando una férula: objeto rígido y largo que se fija (atándolo) teniendo en cuenta que debe inmovilizar tanto la articulación más cercana al tronco como la más lejana.
    3. Si no disponemos de un objeto apropiado o no sabemos cómo hacerlo, podemos usar el cuerpo del propio niño como apoyo: Así si lo que puede estar roto es el brazo, fijándolo contra el tronco. Si es el antebrazo o la muñeca, colocándolo en un cabestrillo con un paño (pañuelo, echarpe, etc.) doblado con el pico hacia el codo. Lo ideal es que sostenga tanto el codo como la mano.

    En el caso del miembro inferior es posible fijarlo al miembro sano, siempre que no haya que mover mucho el afectado.

 

Quemaduras

Tipos de quemaduras:

  • Por contacto en superficies calientes: Tienden a ser poco extensas y habitualmente no profundas, salvo por caída directa sobre ella (p.e. calefactor eléctrico en el suelo)
  • Por contacto con líquidos hirviendo: Tienden a provocar quemaduras extensas pero es excepcional que sean profundas.

La conducta que hay que adoptar en ambos casos es:

  • Enfriar bajo el grifo del agua fría durante 15 min.
  • No romper las ampollas.
  • No aplicar cremas, pastas, miel,…
  • Consultar si son extensas o afectan a la cara o los pliegues de flexión de los miembros.

 

Se debe consultar siempre si son:

  • Por acción directa de llamas o caída sobre brasas: Tienden a presentar zonas de quemadura profunda (3º grado). Si aún arden las ropas se debe sofocar con manta, alfombra, etc. No se debe intentar desprender las ropas pegadas, pero sí que se pueden cortar los restos que no estén pegados a la piel. Cubrir con paño limpio si no se dispone de gasas estériles.
  • Quemaduras por acción de la electricidad: Las quemaduras, a menudo aparentemente pequeñas, tienden a ser profundas y dejar cicatrices deformantes. Los niños pequeños las presentan con frecuencia en el interior de la boca (al chupar o morder un conductor “vivo”).
  • Quemaduras químicas: Por ácidos (ej.: sal fuman) o álcalis (ej.: sosa) fuertes. Otras son por calor directo (ej.: cal viva) pero igualmente peligrosas. Suelen ser más profundas de lo que aparentan y se debe proceder al lavado inmediato con abundante agua fría hasta eliminar todo rastro del producto.

 

Electrocuciones

En caso de electrocución, lo ideal es cortar la corriente o apartarlo del contacto sin correr riesgos personales (dos electrocutados no son mejor que uno)

Sin correr riesgo personales puede intentarse retirar el cable o la víctima con un objeto no conductor (madera, goma, plástico) si:

  • Tanto el suelo como el objeto que usemos están secos.
  • Llevamos calzado con suela de goma o estamos pisando sobre madera.
  • En entornos desconocidos (ej.: en la calle) siempre que lo podamos hacer sin necesidad de apoyarnos en ningún objeto del entorno (no sabemos por donde pasa el cable).

Efectos:

  • Quemaduras.
  • Parada cardio-respiratoria.

 

Ahogamiento por inmersión

En caso de ahogamiento:

  • Sacar del agua.
  • Si respira colocar en posición anti aspiración con los pies elevados y la cabeza girada a un lado.
  • Si no respira iniciar maniobras de reanimación avisando antes al 112.

 

Ingestión de cuerpo extraño

Si no produce obstrucción a la respiración, no es una emergencia salvo que sea un objeto tóxico.

Un caso especial es cuando no impide la respiración pero si la deglución (el niño no puede tragar). En ese caso se debe buscar asistencia médica cuanto antes para evitar que produzca la llamada "lesión por decúbito en la faringe o el esófago" (es una lesión producida por una presión contínua localizada). No obstante, conviene recordar que no es una cuestión de minutos sino de horas.

Fuera de este caso, aunque se debe buscar asistencia médica con prontitud, ésta no es estrictamente urgente (incluso con las temidas pilas de botón).

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