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Fiebre

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La fiebre en los niños es un mecanismo de defensa del organismo, generalmente frente a una infección. Siempre se debe poner el temómetro para saber qué fiebre tiene el niño. La fiebre se puede tratar con medidas físicas y medicamentos para bajar la fiebre, pero no es en sí un signo de gravedad. Existen determinados aspectos que hay que vigilar para saber cuando debemos consultar con el médico.

La fiebre es una elevación de la temperatura normal del cuerpo, que normalmente va acompañado de aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria. Ocurre como respuesta del organismo a una enfermedad que, en los niños, suele ser una infección, en la mayoría de casos producida por un virus. La fiebre en sí no es una enfermedad, sino un mecanismo de defensa del cuerpo.

Se considera fiebre cuando la temperatura tomada en recto u oído es de 38ºC o más y tomada en axila o boca es de 37’5ºC o más.

La fiebre debe medirse con el termómetro, nunca tocando al niño.

 

Decálogo de la fiebre

  • uno La fiebre no es una enfermedad. Sirve para defendernos contra las infecciones causadas tanto por virus como por bacterias.
  • dos La fiebre por sí misma no causa daño cerebral, ni ceguera, ni sordera, ni muerte.
  • tres Algunos niños predispuestos (4%) pueden tener convulsiones por fiebre. Tratar la fiebre no previene estas convulsiones. Nunca se debería dar medicamentos para bajar la fiebre con este fin.
  • cuatro Solo hay que usar medicamentos para la fiebre si hay malestar o dolor. El ibuprofeno y el paracetamol tienen la misma eficacia para tratar el dolor. Sus dosis se calculan según el peso del niño, no según la edad. No es aconsejable alternar o combinar ambos medicamentos. No se debe dar Aspirina®.
  • cinco Se desaconseja el uso de paños húmedos, friegas de alcohol, duchas o baños para bajar la fiebre.
  • seis No cubrir ni desabrigar demasiado al niño con fiebre.
  • siete El niño con fiebre debe estar bien hidratado. Hay que ofrecer líquidos a menudo, a ser posible con hidratos de carbono (zumos de fruta, batidos, papillas, etc.).
  • ocho Está desaconsejado el uso de paracetamol o ibuprofeno tras la vacunación para prevenir las reacciones febriles o las reacciones en la zona de inyección.
  • nueve Ni el grado de la fiebre ni la respuesta al antitérmico nos orientan sobre la gravedad de la infección ni si está causada por virus o por bacterias.
  • diez Debe vigilar signos de empeoramiento y consultar de forma urgente si su hijo tiene:
    • Manchitas en la piel, de color rojo oscuro o morado, que no desaparecen al estirar la piel de alrededor.
    • Decaimiento, irritabilidad o llanto excesivo difícil de calmar.
    • Rigidez de cuello.
    • Convulsión o pérdida de conocimiento.
    • Dificultad para respirar (marca las costillas y hunde el esternón, se oyen como silbidos cuando respira, respiración muy rápida, agitada, etc.).
    • Vómitos y/o diarrea persistentes o muy abundantes que causen deshidratación (lengua seca, ausencia de saliva, ojos hundidos, etc.).
    • Si no orina o la orina es escasa.
    • Siempre hay que consultar urgentemente si tiene fiebre un niño menor de tres meses de edad.
 
 

Fuente: Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)

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