Los termómetros de mercurio han sido los más usados, pero ya no deben utilizarse por su toxicidad, riesgo de rotura y motivos medioambientales.
Atendiendo a la facilidad de uso y fiabilidad son preferibles los termómetros digitales, que además no contienen materiales contaminantes.
Siempre hay que recordar que los termómetros digitales llevan pilas de botón, muy tóxicas si son ingeridas. Nunca hay que dejar a un niño solo mientras se está termometrando. Los termómetros se deben guardar en un sitio seguro, lejos del alcance de los niños.
Los termómetros de Galistan (mezcla de Galio, Indio y Estaño), son muy precisos y fiables. Tienen el inconveniente de que es muy dificil reiniciarlos para volver a usarlos, aunque en realidad no necesita movimientos amplios como el del Mercurio, sino un movimiento fino de muñeca (como sacudir un sobre de azúcar).
¿En qué parte del cuerpo de coloca el termómetro?
La más usada es la temperatura axilar, aunque la temperatura rectal es la considerada de referencia porque es la que mide la temperatura central. También puede medirse en la boca en niños más mayores, aunque puede modificarse tran ingesta de líquidos o alimentos, además de que es menos higiénico.
En el oído o en la frente la lectura de la temperatura es menos fiable.
Siempre después de usar un termómetro debe lavarse con agua y jabón.