Atragantamiento y sofocación

Ocasionados por cualquier obstáculo a la respiración bien sea externo (sofocación) o en el interior de la vía aérea  (atragantamiento). Para su prevención deben tenerse en cuenta los siguientes consejos.

Sofocación:

Los bebés pequeños no deben usar almohadas ni ningún otro objeto blando y voluminoso (p.e. peluches grandes) que le pueda tapar la cara. Recientemente se ha puesto de manifiesto el peligro que puede suponer el mal uso de los “pañuelos de transporte”. Deben colocarse de forma que el bebé tenga siempre la cara al descubierto.

No por repetido deja de ser menos cierto y necesario el aviso de que las bolsas de plástico no son un juguete.

Atragantamiento:

Se debe tener especial precaución con alimentos que se fragmentan con facilidad o que por su forma y tamaño puedan desviarse con facilidad a la vía aérea (frutos pequeños, huesos de cereza, aceituna…). Los frutos secos, tanto porque pueden desviarse con facilidad, como porque las consecuencias de su aspiración son más graves que con otro tipo de alimentos, deben evitarse siempre en los niños pequeños al menos hasta los 4 años.

Otro factor que ocasiona a menudo accidentes de éste tipo es reír, jugar, correr… mientras se está comiendo.

Los niños menores de tres años acostumbran a menudo a meterse objetos en la boca, objetos que pueden obstruir la vía aérea. Debe prestarse atención, en los juguetes, a la indicación de la edad apropiada de uso, y especialmente a éste icono, que indica que tiene piezas que pueden desprenderse y obstruir la vía aérea.

¿Hasta qué tamaño? Una indicación casera puede ser el tubo de cartón del papel higiénico: cualquier objeto que pase con facilidad por él, puede hacerlo igual por la garganta del niño, y quedarse atascado a la entrada de la vía aérea.