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Vivir con un paciente con Ictus

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¿CÓMO PODEMOS AFRONTAR LA NUEVA SITUACIÓN?

  • Anímele a que consiga el mayor grado de autonomía posible, y que intente realizar las actividades por sí mismo, aunque suponga mayor esfuerzo y tiempo. Ayúdele únicamente en aquellos pasos en los que presente mayor dificultad.
  • Más que resaltar los errores, intente explicarle dónde se ha equivocado y reforzar sus logros, sobretodo su esfuerzo para intentarlo.
  • Trate de no irritarse por sus fallos. La calma, la tranquilidad, el cariño y la naturalidad deben estar presentes en la resolución de los problemas.
  • Mantenga una buena comunicación con los profesionales sanitarios que le atiendan.
  • Pida ayuda a sus allegados cuando lo necesite, de forma calmada y sincera. En ocasiones el entorno no es consciente de las necesidades de los cuidadores o no percibe que estos necesiten y deseen ser ayudados.

 

 

¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTRO FAMILIAR TIENE PROBLEMAS DE ORIENTACIÓN?

Especialmente al principio esta situación es normal. Puede no saber donde está, ni la fecha que es, ni reconocer a las personas que le rodean, provocándole irritación y ansiedad. En ese caso:

  • Deje una iluminación parcial nocturna durante los primeros días.
  • No se enfade con él y responda a sus preguntas con paciencia.
  • Coloque calendarios y relojes a la vista y apóyese en ellos para decirle la fecha. Anímele a que los utilice.
  • No le ponga continuamente a prueba para comprobar si ya no está desorientado.

 

 

¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTRO FAMILIAR TIENE DIFICULTADES DE ATENCIÓN?

Puede ocurrir que se distraiga con facilidad y no sea capaz de seguir el hilo de una conversación, lo que le puede llevar, por ejemplo, a agobiarse en reuniones con bullicio. En ese caso:

  • Háblenle de uno en uno y sin ruido de fondo (apague la tele o la música), de manera tranquila, pausada y asegurándose de que le está mirando.
  • Transmítale las ideas de una en una y no pase a otro tema hasta asegurarse de que lo ha comprendido. Puede preguntarle y pedirle que le repita lo que entendió.
  • Déjelo descansar con la frecuencia que necesite. No obstante, a largo plazo, evite las cabezadas diurnas derivadas de la inactividad y delimite las siestas de duración excesiva.
  • Intente mantener su atención cuando le hable diciendo su nombre o diciéndole "Mira" o "¿Verdad?".

 

Por otro lado, puede ocurrir que su familiar tienda a omitir el lado afectado del entorno o de su cuerpo, esto se llama heminegligencia, ante lo cual:

  • Procure situarse en dicho lado a la hora de hablarle, instándole a que le mire.
  • Es normal que "olvide" la mano de la parte afectada. Recuérdele que existe y que debe colocarla de forma adecuada procurando no dejarla caer, ayudándose de la otra mano.
  • Coloque aquellas cosas que necesite (cubiertos, ropa, etc.) en ese lado, animándole a cogerlas por sí mismo y recordándole dónde están para encauzar su búsqueda si no las encuentra. Primero cerca de su mano, ampliando la distancia poco a poco.

 

 

¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTRO FAMILIAR TIENE DIFICULTADES DE COMUNICACIÓN?

Son frecuentes los trastornos del lenguaje como una afasia, cuando la persona es incapaz de comprender y de emitir un lenguaje adecuado, o una disartria cuando tiene dificultad para articular las palabras. En ese caso:

  • Hable bastante con él, aunque sin presiones, para evitar que se agobie.
  • No le grite, utilice un tono de voz normal.
  • Emplee frases sencillas y cortas.
  • Mantenga el mismo tema de conversación y repita la idea principal en varias ocasiones para evitar que se pierda o se confunda.
  • Puede apoyarse de gestos y señalar objetos para facilitar la comprensión del mensaje. También puede utilizar fotografías o dibujos sencillos.
  • Intente utilizar preguntas cortas y directas de respuesta cerrada "sí/no". También puede darle varias opciones de respuesta.
  • Déle el tiempo que necesite para procesar la información y responder sin presiones.
  • No le interrumpa ni termine las frases por él, aunque sepa lo que quiere decir. Proporcione pequeñas guías que le ayuden a seguir expresándose y terminar las frases.

 

 

¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTRO FAMILIAR TIENE PROBLEMAS DE MEMORIA?

Es posible que en ocasiones le pregunte las mismas cosas varias veces. En ese caso:

  • Tenga paciencia, no es consciente de haber preguntado ya las mismas cosas, y se sentirá contrariado si usted se enfada.
  • Intente darle claves que le ayuden a memorizar.
  • Revise el álbum de fotografías y recuérdele los hechos pasados y las caras y nombres de conocidos.
  • Puede apoyarse en ayudas externas (agendas, alarmas o despertadores).
  • Es muy importante establecer unas rutinas claras en las actividades de la vida diaria (sueño, comida, aseo, rehabilitación, etc.).

 

 

¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTRO FAMILIAR TIENE DIFICULTADES DE RAZONAMIENTO?

Presentará dificultades para planificar sus acciones y resolver los problemas que se le presentan. En ese caso:

  • Ayúdele a establecer los pasos requeridos para hacer la tarea y a ordenarlos adecuadamente.
  • Proporciónele instrucciones claras y sencillas.
  • Ínstele a usar consigo mismo normas que le ayuden a organizarse: "Ve más despacio", "Piensa antes de actuar o de hablar".
  • Procure implicarle en la toma de decisiones de la familia, de las actividades a realizar e intente aclarar y razonar con él todos los factores implicados en las mismas.

 

 

¿CÓMO PODEMOS ABORDAR LAS POSIBLES ALTERACIONES EMOCIONALES Y DE CONDUCTA?

Es normal que presente desinterés y falta de ganas de hacer las cosas que antes le gustaban, así como pensamientos negativos sobre sí mismo. En ese caso:

  • Organice actividades que le sean gratificantes y motivantes.
  • Trate de distraerlo con temas de conversación y actividades que le gusten. Promueva su independencia y autonomía en todos los campos. No lo sobreproteja, ni fomente el rol de enfermo.
  • Es necesario fijar unos límites o normas en su comportamiento y en nuestra forma de comportarnos con él, especialmente en casos de agresividad, verbal o física. Un entorno estable le ayudará a regular tales conductas.
  • Si se establecen rutinas y el ambiente es tranquilo, la persona afectada estará mejor.
  • No le hable como si fuera un niño, pues fomenta la sensación de incapacidad, su frustración y su hostilidad hacia el entorno (nadie me comprende).

 

NO OBSTANTE, RECUERDE...

 

 
 

Busque información y apoyo. Comprender y compartir lo que le sucede a su familiar le ayudará a llevar mejor la situación y a ayudarle de una forma más eficaz.

 

 

 

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