Las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las causas más importantes de discapacidad y muerte prematura en todo el mundo. La enfermedad cardiovascular se produce por el exceso de colesterol en la sangre, que se deposita e inflama las paredes de las arterias, reduciendo su diámetro y terminando por dificultar el flujo sanguíneo tan necesario para el corazón y el cuerpo.
Un factor de riesgo cardiovascular es una condición personal que aumenta las posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Existen diferentes factores de riesgo que pueden afectar a estas arterias: tabaco, diabetes, hipertensión arterial, aumento del colesterol, obesidad, estrés, etc. Los antecedentes familiares también pueden ser importantes.
La aparición de la enfermedad cardiovascular está estrechamente asociada con hábitos de vida y factores de riesgo modificables (alimentación, tabaco, sedentarismo, estrés…) que favorecen aumento de la TA, y el colesterol, la obesidad y la diabetes.
La modificación de los factores de riesgo puede reducir los episodios cardiovasculares y la muerte prematura tanto en las personas con enfermedad cardiovascular establecida como en aquellas con alto riesgo cardiovascular debido a uno o más factores de riesgo.
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Los factores de riesgo cardiovascular pueden ser:
- Modificables: se corrigen o eliminan modificando el estilo de vida (Hipertensión arterial, colesterol, sedentarismo, tabaco, obesidad, estrés y alcohol)
- No modificables: propios de la persona, es decir, siempre existirá y no es posible revertirlo o eliminarlo (género, herencia, edad y antecedentes personales de enfermedad cardiovascular.