La cardiopatía isquémica es un problema de salud crónico por lo que la presencia de nuevos eventos está dentro de lo posible.
Es una pregunta planteada en la mayoría de los pacientes que han debutado con la enfermedad cardiovascular así como manifestaciones de miedo. Si esta situación no se controla, puede llevar a padecer estrés y ansiedad, dos patologías muy perjudiciales para el corazón.
Lo importante es saber que la enfermedad puede “controlarse” con cambios en el estilo de vida, es un problema de salud en el que el paciente puede llevar las riendas de la evolución del proceso.
La depresión también aparece hasta el 80 por ciento de los pacientes que han sufrido un infarto.
Si miedo o ansiedad empeoran, es recomendable que busque ayuda psicológica por parte de un especialista, es un gran apoyo para gestionar la enfermedad de manera eficaz.
El tratamiento es individual para cada paciente, los fármacos y las dosis pueden ser muy diferentes.
En general, la mayoría de los pacientes debe tomar fármacos: antiagregantes plaquetarios/ anticoagulantes, betabloqueantes y estatinas u otro tipo de fármacos para reducir los niveles de colesterol.
Antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes
Los antiagregantes plaquetarios se utilizan para prevenir la formación de trombos o coágulos.
Estos fármacos hacen que las plaquetas no se agreguen entre ellas y que la sangre se vuelva más líquida, por lo que se reduce el riesgo de trombosis dentro de la arteria coronaria.
Uno de los fármacos más utilizados con esta finalidad de forma crónica es la aspirina a dosis muy bajas .
Hay otros medicamentos que producen un efecto antiagregante mayor, como el clopidogrel, que también se utiliza cuando el paciente no tolera la aspirina. Es un fármaco con un protagonismo clave durante el primer año tras la implantación de un Stent por su efectividad para prevenir la reestenosis del propio stent, por lo que es muy importante la continuidad y cumplimiento farmacológico.
Sólo en algunas situaciones clínicas y cuando no es posible administrar aspirina ni clopidogrel es posible utilizar otros medicamentos denominados anticoagulantes orales: el acenocumarol (Sintrom) o la warfarina, cuyo efecto secundario más grave es la aparición de hemorragias en diferentes partes del organismo, por eso requieren el seguimiento frecuente del estado de la coagulación del paciente a través de análisis de sangre.
Hay que estar atento a determinados signos de alarma como el sangrado por la orina, en las deposiciones (heces negras) sangrado nasal duradero, tos con sangre sangrado intenso de las heridas, abundante sangrado menstrual o cualquier tipo de hemorragias que no se detiene. Estos signos precisan una consulta médica.
Beta-bloqueantes
Los beta bloqueantes protegen el corazón después de un infarto consiguiendo que el corazón trabaje a menor intensidad.
Su efecto es la relajación de la musculatura cardiaca ,disminuyen la presión arterial y la frecuencia cardiaca, con lo que el este necesita menos oxígeno para funcionar. También pueden reducir el riesgo de arritmias. En muchas ocasiones se administran de manera indefinida. Los betabloqueantes (bisoprolol, carvedilol, nevibolol, metoprolol, atenolol, etc.)
Hay una serie de efectos secundarios que pueden hacerse presentes, sobre todo hasta la adaptación al efecto farmacológico : cansancio, sensación de frío de manos y pies, enlentecimiento de los latidos cardiacos, diarrea, náuseas y también trastornos del sueño pesadillas e impotencia.
Estatinas
Las estatinas se utilizan para reducir los niveles de colesterol circulante en la sangre evitando así que se depositen placas de ateroma en las arterias coronarias. Tambíén consiguen reducir la inflamación de los vasos sanguíneos y evitar que se produzca el infarto. Por este motivo, las estatinas están indicadas en todos los pacientes con cardiopatía isquémica, aunque sus niveles de colesterol sean bajos.
Entre los efectos secundarios de este medicamento se describen: estreñimiento o diarrea, dolores de cabeza, dolores musculares y dolor abdominal.
Si bien la dieta es fundamental para controlar los niveles de colesterol, en muchas ocasiones será necesario mantener la administración de estos medicamentos hipolipemiantes.
Otros fármacos:
- Antianginosos son los inhibidores del calcio, que relajan la musculatura de las arterias coronarias y atenúan el efecto de las obstrucciones y de los espasmos.
- Vasodilatadores, como la nitroglicerina y sus derivados relajan los vasos arteriales y venosos, incluidos los coronarios, con lo que aumenta el flujo de sangre en la zona afectada y desaparece el dolor de la angina.
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Existe un vasodilatador en comprimidos para el manejo del dolor torácico (cafinitrina) para utilización en la aparición del dolor en pacientes que ya han sido diagnosticados de cardiopatía isquémica y hayan sido instruidos al respecto de su uso.
El paciente con cardiopatía isquémica debe llevar 1 o 2 comprimidos en el bolsillo.
Si en algún momento aparece dolor en el pecho, que recuerde al aparecido que motivó su ingreso, debe cesar la actividad física, sentarse y poner un comprimido debajo de la lengua.
Si el dolor cede en 10 minutos, puede seguir su actividad y comentarlo con el médico habitual en la siguiente visita.
Por el contrario, si el dolor no cede, debe administrarse un segundo comprimido.
Si, aún así, el dolor persiste, se debe llamar al servicio de emergencias. La rapidez en la atención es crucial en la evolución del proceso.
El ejercicio aeróbico regular puede fortalecer su corazón ayuda a bombear sangre y a llevar oxígeno al cuerpo. También puede bajar el nivel de colesterol y la presión arterial. Además, ayuda a aliviar el estrés, por lo que ejercicio no solo se puede hacer, sino que está recomendado. Eso sí, hay que individualizar y personalizar el ejercicio según la situación clínica y la fase de la enfermedad. Por ello, según la Fundación Española del Corazón (FEC), “si su corazón después del infarto tiene una fuerza de bombeo normal y tiene ‘abiertas’ todas las arterias de su corazón, no existe contraindicación para la realización de ejercicio físico”.
Antes de iniciar las sesiones de ejercicio consulte con el profesional sanitario. Es fundamental establecer : frecuencia semanal, intensidad del ejercicio, duración de la sesión de ejercicio, modo idóneo para beneficio cardiovascular.
No obstante las pautas generales tras el alta hospitalaria:
- Comience a realizar paseos y actividad progresivamente a partir del alta del hospital . Lo ideal es empezar con media hora diaria de ejercicio físico moderado aeróbico como puede ser caminar, evite ejercicios que le impidan hablar o que le provoquen jadeo, y evitar las actividades competitivas. Aumente progresivamente la distancia a recorrer con incrementos semanales. Si el ejercicio le provoca dolor en el pecho pare y no haga ejercicios que le inicien el dolor y consúltelo en la próxima revisión en su centro de salud, salvo que le señalen normas concretas para su situación durante el ingreso.
- Póngase bajo el asesoramiento de un profesional para progresar en la intensidad del ejercicio, ya que será necesario realizar exploraciones que determinarán el nivel optimo de intensidad a la que el entrenamiento será eficaz en la prevención, la Ergometría o Prueba de esfuerzo será lave para establecer su frecuencia cardiaca de entrenamiento de seguridad y límite.
Se trata de estilo de vida, de patrones dietéticos saludables, la dieta mediterránea, es el patrón idóneo, no sólo para el paciente cardiovascular sino para toda la población.
Un menú semanal rico en verdura, fruta, cereales integrales, pescado preferentemente azul, con algunas porciones de carne magra a la plancha, lácteos desnatados, legumbres dos veces a la semana, preparado todo ello con aceite de oliva virgen y poca sal y sin olvidar “ que sea sabroso “ se puede conseguir.
Se desaconsejan los alimentos que contengan grasas saturadas, trans y colesterol, como pueden ser los lácteos enteros, la mantequilla, las carnes grasas o la yema de huevo. Así como los embutidos, tanto por contener grasas perjudiciales y gran cantidad de sodio.
Evite los procesados, la bollería industrial –rica en grasas trans, entre en el fogón de su casa y experimente, utilice las especias para conseguir distintos sabores. Compatibilizar salud y sabor hoy día es asequible y posible.
Se desaconseja tomar alcohol de forma habitual, y mucho menos de alta graduación. Es cierto que se han visto efectos protectores para el sistema cardiovascular en el vino tinto, debido a que contiene polifenoles, un potente antioxidante. En ese caso, la cantidad recomendada sería una copa de vino tinto al día, preferiblemente con la comida, pero no más.
Hay evidencia de que el estrés y la ansiedad inciden de forma negativa en la salud en general y en particular hay estudios que aseguran que las personas que presentan síntomas de estrés y depresión tienen el doble de probabilidades de padecer enfermedad cardiovascular. Se habla incluso de un tipo de personalidad que es factor de riesgo en sí, la personalidad tipo A.
Un alto nivel de estrés puede ser causa de la falta de adherencia a las recomendaciones de cambio en el estilo de vida como practicar ejercicio físico y hábitos tóxicos como fumar o consumo exceso alcohol, alimentarse de forma poco saludable. Es muy importante replantearse cómo afrontamos la vida y empezar poco a poco a iniciar esos cambios para que permanezcan en ele tiempo.
Hay recursos y técnicas que ayudan a este objetivo, las técnicas de relajación ( Jacobson) , las de meditación (midfulness), ejercicios de respiración abdominal que ayudan a bajar el tono y la frecuencia cardiaca pueden ayudar al paciente a reducir la ansiedad. Controle y trátese los niveles de estrés.
Normalmente la mayoría de los pacientes y si la situación clínica es estable, pueden reiniciar la actividad sexual a partir de los 15 días del alta.
Uno de los test que da una orientación del esfuerzo aproximado durante la actividad sexual se trata de subir 2 pisos de escaleras sin tener dolor en el pecho ni fatiga; si es así, será capaz de mantener relaciones sexuales sin problemas.
Si necesita medicación para la disfunción eréctil, consulte con el profesional sanitario ya que hay fármacos que pudiera tener prescritos que son incompatibles, es importante que sepa cuales son. Recuerde que NO debe usar cafinitrina o productos con solinitrina (parches) dos días antes o dos días después de haber tomado estos fármacos (Viagra, Levitra o Cialis).
Si utiliza en alguna ocasión estos fármacos para la disfunción eréctil, y acude a un hospital debe avisar de que los ha tomado.
Los pacientes deben evitar viajar en avión en las 2 semanas siguientes a un infarto agudo o a la implantación de un stent, pero viajar a un lugar lejano no tiene por qué estar fuera de los planes de los pacientes cardiovasculares.
Si la situación clínica es estable, no hay problema en viajar, pero si es de reciente diagnóstico y/o cambios en el tratamiento farmacológico por reajuste, mejor posponer los viajes internacionales hasta que la situación se estabilice.
Es posible viajar en avión sin peligro. Aun así, los viajes largos en avión aumentan el riesgo de sufrir síndrome de la clase turista, que se produce cuando se debe permanecer inmóvil en un lugar reducido y con limitaciones de movimiento durante un periodo prolongado de tiempo. Para evitarlo elegir los asientos del pasillo, ya que nos permiten mayor movilidad, levantarse al menos una vez cada hora y caminar un poco, hacer algunos ejercicios simples en su asiento, como estirar las piernas y los tobillos, mantener una hidratación óptima evitando consumo de bebidas con cafeína y alcohólicas. Es útil una carta de su médico explicando su necesidad en caso de medicamentos especialmente si son líquidos, cremas o geles de más de 100 ml con vistas a ser considerados en su inclusión en el equipaje de mano.
Como es obvio es necesario llevar medicación suficiente para todos los días que vayamos a estar fuera, llevar consigo una copia del informe médico y de las recetas originales en caso de que pierdan su medicación.Podría ser útil elaborar una lista actualizada de todos los medicamentos y dosis en el bolso o billetera, en caso de que pierda cualquiera de ellos, incluyendo el nombre genérico y marca.
También alergias y cualquier dispositivo médico que pueda tener, por ejemplo, un marcapasos es conveniente informe médico que lo haga constar; los stent no tienen ninguna repercusión a la hora de pasar los controles por el arco de detección de metales del aeropuerto.
Formaliza la tarjeta sanitaria para su uso en territorio europeo, si viajas a otros destinos considera hacerte con un seguro de evacuación médica si tu seguro médico actual no la cubre.
Depende del tipo de tratamiento odontológico, si es invasivo o no. Por regla general en los primeros 6 meses después del evento, sólo en caso de urgencias dentales y con consulta al cardiólogo por posibles cambios en el tratamiento de los antiagregantes/anticoagulantes . El tratamiento dental se realizará de forma tan conservadora como sea posible.
A partir de los 6 meses y si el paciente está estable podremos realizar cualquier tipo de tratamiento odontológico siempre con una consulta previa con su cardiólogo.
En general, las intervenciones quirúrgicas durante el primer año deben posponerse si no son urgentes.
La conducción de vehículos no precisa de un esfuerzo físico importante. Los requisitos de conducción son más estrictos en el caso de vehículos de uso comercial/ profesional que particular.
Su limitación sólo es necesaria en aquellas personas en las que la cardiopatía origina síntomas en reposo o tras esfuerzos mínimos, o en aquellas que padezcan riesgo de pérdida de conciencia.
Adaptar los hábitos de conducción a los cambios de su estado de salud, teniendo en cuenta que conducir en circunstancias adversas (densidad circulatoria elevada, malas condiciones climáticas, etc.) le exigirá esfuerzos extras de atención y concentración.
Procurar conducir en recorridos conocidos, evitando las horas punta, los trayectos complicados (con mucha densidad circulatoria, múltiples entradas y salidas, etc.) y las condiciones climatológicas adversas (niebla, nieve, lluvia, tormentas, etc.).
Evitar maniobras forzadas, adelantamientos arriesgados e innecesarios.
Si tiene problemas en la vista (por ejemplo, retinopatía), evitar la conducción nocturna, al amanecer y al anochecer.
En cuanto a la obtención o renovación del permiso de conducción se regula recientemente por la DGT publicados en el BOE abril 2018.
Recuperar la normalidad en la vida diaria es una de las mayores preocupaciones que tiene un paciente después de sufrir un accidente cardiaco, como un infarto de miocardio o una angina de pecho. La reincorporación laboral forma parte importante en la vuelta a esa normalidad. Los Programas de Rehabilitación Cardiaca son clave en este proceso “normalizador”.
El tiempo que esté sin trabajar puede variar. Todo dependerá de la situación clínica en la que se encuentre y del nivel de actividad y exigencia de su trabajo. Es posible que deba hacer algunos cambios en la forma de realizar su trabajo. Es clave saber si el trabajo de esa persona requiere un esfuerzo físico elevado, ejerce un puesto de alta responsabilidad o maneja maquinaria ligada a carnet especial o pueda incurrir en riesgo a terceros. De este aspecto es el médico del servicio público de salud o de la mutua colaboradora con la Seguridad Social laboral quien puede orientarle.
En cuanto a la duración de la Incapacidad Temporal (IT) los facultativos encargados de controlar y gestionar la IT utilizan una Guía de Tiempos Óptimos (editado por el INSS) de duración de las situaciones de IT, que combinan tiempos estándar de duración de los procesos patológicos, con actividad profesional y edad para determinar un tiempo máximo de duración de tales situaciones.
Se tarta de un programa multidisciplinar en el que se trata a la persona que ha sufrido una enfermedad cardiaca, con el fin último de implicar al individuo a manejar su problema de salud, y se incluye a las personas con quien convive el paciente haciéndolos también partícipes del programa integrándolos en el tratamiento. El equipo de los programas de Rehabilitación Cardiaca realizan sus intervenciones a través de tres pilares fundamentales: entrenamiento físico, intervención psicológica e intervención educativa.
Son programas de abordaje personalizado y de demostrada eficacia y alto grado de recomendación según las sociedades científicas, no sólo se ha demostrado su rentabilidad sino su aportación a la calidad de vida de la persona con enfermedad cardiovascular.
- Primero seguir todos los consejos que hayan facilitado los facultativos que te han atendido.
- A partir de este momento tu recuperación depende básicamente de ti, de la actividad física que hagas, de los hábitos de vida cardiosaludables que sigas, como dieta mediterránea, abandono del tabaco si fumabas, control de hipertensión, colesterol, diabetes, estrés y medicación. Porque lo que tu hagas te beneficia a ti y lo que no hagas te perjudica a ti, la experiencia de la mayoría es que siguiendo estos hábitos mejora de forma sustancial nuestra calidad de vida, hasta el punto que consideramos que es una patología para NO PREOCUPARSE, pero sí de OCUPARSE, por lo que tu recuperación depende en su gran parte de tu actitud.