El Holter es un dispositivo electrónico de pequeño tamaño que, conectado a unos electrodos colocados en el pecho, registra y almacena el electrocardiograma del paciente durante al menos 24 horas (o 48 horas, 7 o 30 días) de forma ambulatoria. Se puede realizar la actividad habitual diaria, salvo ducharse o bañarse y practicar ejercicio físico intenso, para evitar que se despeguen los electrodos y se interrumpa el registro.
Está indicado cuando hay sospecha de arritmia cardiaca o para diagnosticar una isquemia (falta de riego sanguíneo) del músculo cardiaco.
Saber más
Holter de 24/48 horas: se realiza registro continuo de la actividad eléctrica del corazón mientras el paciente realiza sus actividades cotidianas de la vida diaria. Se utiliza de forma rutinaria, sobre todo en pacientes con alteraciones muy frecuentes. Está indicado en detección de alteraciones del ritmo cardiaco, (generalmente por palpitaciones o por síncopes), trastornos derivados de la cardiopatía isquémica, valoración de cambios en la medicación del paciente…
Holter de eventos: indicado en aquellos pacientes que padecen síntomas que podrían ser sugestivos de determinadas arritmias paroxísticas, pero que al ser de aparición esporádica (una vez a la semana o menos) no han podido diagnosticarse por un electrocardiograma rutinario.
Holter de 7 días: Útil en aquellos pacientes que presentan trastornos del ritmo de tipo paroxístico, en los que el holter de 24 horas, a menudo no puede detectarlos, ya que registra de forma continua hasta que el paciente tiene síntomas, con un máximo de tiempo de 7 días.