El sistema eléctrico del corazón suele fallar por los procesos degenerativos, propios de la edad o de diversas enfermedades, y los efectos de la arteriosclerosis. Menos frecuentes son los trastornos de nacimiento. En ocasiones, el mal funcionamiento es transitorio, relacionado con algunas enfermedades (infarto de miocardio, efecto de medicamentos, trastornos metabólicos) y que son por lo tanto reversibles.
El enlentecimiento del pulso puede provocar mareos, pérdida del conocimiento, dificultad para respirar, cansancio y a veces palpitaciones. Si la reducción de pulsaciones es súbita y transitoria, de pocos segundos, puede producir cansancio, pérdidas de conciencia (síncope) falta de respiración, dolores en el pecho, palpitaciones, embotamiento y dolores de cabeza y/o mareo más o menos intenso ya que disminuye el riego del cerebro. Si este enlentecimiento del pulso es intenso y persistente (asistolia), con duración mayor a unos pocos segundos, el enfermo puede tener incluso daño cerebral o muerte.
Saber más
Las principales enfermedades del sistema específico de conducción del corazón son dos:
1. Enfermedad del nódulo sinusal:
Cursa en forma progresiva, produciendo frecuencia de pulso inapropiada, generalmente lento y sin adaptarse a la actividad física del enfermo.
En ocasiones esta enfermedad provoca fases de pulso lento alternando con fases de pulso rápido inapropiado e irregular (Síndrome bradicardia-taquicardia).
2. Bloqueo aurículo-ventricular:
Producen pulso generalmente muy lento y suelen cursar con manifestaciones más graves.
Las enfermedades que afectan al sistema eléctrico del corazón ( arritmias) pueden ser:
- Pulso lento (bradicardia): suele ocasionar cansancio, falta de aire…
- Pulso irregular: suele provocar produce palpitaciones y/o fatigabilidad.
- Insuficiencia cardiaca: por mantener mucho tiempo el enfermo una frecuencia cardiaca lenta, insuficiente para cubrir las necesidades de riego del cuerpo.
Cada alteración del ritmo del corazón, y teniendo siempre en cuenta el estado general de cada paciente, requiere un tipo de marcapasos específico. La elección del más adecuado a cada paciente será realizada por el médico en función de la enfermedad a tratar, del estado general del paciente y de otras enfermedades que pueda padecer.
La implantación de un marcapasos es una cirugía corta, el procedimiento se hace generalmente con anestesia local y consiste en introducir uno o dos electrodos hasta el corazón a través de una vena y se conectan al generador, que se implanta habitualmente en el tórax, debajo de la piel, justo debajo de una de las clavículas y, a veces, en el abdomen. Un pequeño hematoma en la zona de incisión puede ser normal; desaparecerá solo a las 3-4 semanas.
Si todo va bien, a las 24h puede volver a su casa.
Saber más
En el quirófano o sala de la Unidad de arritmias, la enfermera le colocará unos electrodos en el pecho (electrocardiograma tensión, oxigenación, etc.) y le rasurarán y desinfectarán la zona donde se colocará el marcapasos.
Los generadores más sencillos son los llamados unicamerales (trabajan en un solo punto del corazón con un solo cable):
- Ventriculares (trabajan en el ventrículo cardiaco).
- Auriculares (en la aurícula solamente).
- Bicamerales constan de dos cables (uno para cada cámara cardiaca) y se llaman también doble cámara o secuenciales (funcionan tanto en la aurícula como en el ventrículo).
Tras el implante del marcapasos y después de los primeros días de recuperación, se puede hacer una vida normal e incluso más activa que antes si estaba limitada por los síntomas. Sólo hay que evitar golpes, movimientos bruscos, rozaduras o cualquier actividad que pueda dañar localmente el dispositivo. Los síntomas que notaba antes: mareos, fatiga, pérdida de conciencia, provocados por alteraciones en el ritmo o de la fuerza de bombeo de su corazón van a desaparecer.
El primer día debe procurar mantener el brazo inmóvil y desde el segundo día puede hacer movimientos suaves, pero sin levantar el brazo por encima del nivel del hombro, por dos semanas ni hacer movimientos fuertes con ese brazo. Evitar conducir y viajar las primeras 4 semanas, evitando trayectos largos.
Puede viajar en cualquier modo de locomoción; los radares de control de velocidad de los cuerpos de seguridad del estado no producen interferencias.
Saber más
La persona portadora de un marcapasos debe realizar revisiones periódicas con su especialista el resto de su vida, este hecho no se debe interpretar como una limitación ya que, salvo cuando se aproxime el momento de recambiar el aparato por datos de agotamiento de la batería, serán muy espaciadas, habitualmente una o dos veces cada año. Estas revisiones, no sustituyen a otras consultas de distintos problemas de salud que usted pueda tener (hipertensión, diabetes...) y el hecho de llevar un marcapasos no interfiere con las medicaciones que usted pueda necesitar. En la actualidad, en la mayoría delos casos, el marcapasos se puede ajustar, revisar y programar en las mejores condiciones desde el exterior del paciente, mediante un ordenador llamado programador, que conoce y maneja el médico que realiza las revisiones.
La batería de los marcapasos puede durar entre cinco y diez años, dependiendo de sus características y de la utilización permanente o intermitente que precise el paciente. Se va agotando de forma gradual, lo que se detecta en las revisiones periódicas, por lo que da tiempo a programar el recambio. Para hacer esta sustitución es necesario operar de nuevo, pero sólo se cambia el generador, lo que le permite en la mayoría de los casos volver a casa el mismo día.